Una historia por escribir..

Una historia por escribir..
Mi historia la escribe Dios pero los hechos los hago yo

lunes, 30 de septiembre de 2013

Nuestro Legado



Una  película que más que gustarme, le tengo cariño es Amazing  Grace. No solo por contar parte de la historia de la mejor canción jamás escrita (sí, le supera a Imagine), sino que me hizo llorar, reír, compadecerme, indignarme, y por sobre todo me confrontó. Y no podía ser que no comparta lo que aprendí.


 Está basada en la vida de William Wilberforce, un parlamentario de Inglaterra del siglo XVIII que había encontrado a Dios y estaba considerando dejar la política para hacerse predicador. Pero su amigo, William Pitt, quien iba a ser Primer Ministro y quería que Wilberforce le acompañe en la bancada, le presenta una causa por la cual luchar: la abolición de los esclavos. En la película muestra todo, los barcos en donde se les acarreaba, las cadenas, las marcas que les ponían, como morían en los campos de azúcar. No ves igual el tema de la esclavitud después de eso.


Pero los demás parlamentarios no estaban de acuerdo; los esclavos representaban su fortuna, hacían el trabajo necesario para que ellos puedan mantener su estilo de vida. Aunque mucha gente apoyaba la causa, los que realmente tenían el poder de decisión seguían indiferentes al asunto, incluso se burlaban y sobornaban a los “abolicionistas” para que voten en contra de su propuesta. Wilberforce se enfermó, perdió la voz, se deprimió, entregó su juventud y casi toda su vida por su causa.


Pero cuando por fin se acepta y es abolida (obviamente no les arruino la película porque ya se habrán dado cuenta que la esclavitud está prohibida) uno de los que era anti partidario de Wilberforce se levanta y dice:

“Cuando las personas hablan de un gran hombre, piensan en hombres como Napoleón, hombres de violencia. Raramente piensan en hombres de paz. Pero es contraria la percepción que producen cuando regresan a su hogar de las batallas. Napoleón hubiese regresado con la fuerza y energía de siempre. Es un hombre que ha logrado hacer a su ambición, realidad. Igualmente su sueño será perseguido por la sombra de la guerra.

William Wilberforce, sin embargo, regresará a su familia, apoyará la cabeza en la almohada, y recordará que la esclavitud no existe más.”

No sé si esto habrá sido realmente así o le pusieron nomas en la película para hacerme llorar, pero sea como sea, así se le recuerda a este gran hombre. Él peleó contra el sistema imperante de esa época y aunque le costó todo e incluso trató de dejarlo, cumplió con su propósito. 


Nadie piensa mucho en el final de su vida, pero si paras un ratito y pensas ahora qué van a decir o cómo se te va a recordar, tal vez lo primero que se te venga a la cabeza no sea realmente un tema para una película.


Tal vez no todos nosotros logremos algo como erradicar la pobreza, o que ya no hayan niños en la calle. Pero todos abrazamos alguna causa, todos queremos lograr algo en la vida y eso, al fin y al cabo, constituye nuestro legado. Incluso si no tenes idea de qué hacer en la vida.

Las opciones que elegís en la vida demuestran tus prioridades, revela lo que realmente es importante para vos y eso es lo que la gente ve y como te cataloga. Conozco personas que no pierden una oportunidad para tratar de interesar a los demás de su causa, ya sea contra el aborto, derechos de los animales o simplemente no tirar basura en las calles.


William Wilberforce no hizo todo solo, su familia seguro no se imaginaba en lo que se iba a convertir. Pero Dios sabe cuál es tu papel en la historia y hasta donde van a llegar tus repercusiones. Se consciente que tus actos de hoy forman tu mañana y que en algún momento vas a ser el antepasado de algún hijo, nieto o bisnieto que sepa tu nombre y lo que hiciste.

Que al final cuando recuestes tu cabeza en la almohada puedas recordar que lograste lo que te propusiste, que te pudo haber costado todo pero que valió la pena. Que te despidan con admiración y allá te reciban con aplausos.


No pierdas tu tiempo pensando que sos muy joven todavía para preocuparte por las cosas “serias” de la vida. Ahora ya es tu vida y estas construyendo una herencia. O que ya es tarde y te equivocaste o no era lo que en realidad querías. Nunca es tarde para volver a un sueño, ni mucho menos para hacer las cosas bien.


Si no tenes un motivo o algún propósito que direccione tu vida, que sea el de acabar bien, convencido de haber dado lo mejor.Hacé que valga la pena conocerte.

“He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.” 2 Timoteo 4:7

 
Sublime Gracia del Señor, que a mi pecador salvó.Fui ciego mas ahora veo yo, perdido y El me halló.