Estuve mirando el primer capítulo de la serie “Selfie”, en
la que Eliza, una “insta-famosa” como ella misma se describe se da cuenta de lo
falsa y superficial que es su vida y le pide a Henry, el especialista en
marketing de la empresa en donde trabaja, que le ayude a mejorar como persona y
por ende, su imagen.
En cierta parte, escuchan que empieza a llover, y como era
el sonido favorito de Eliza, ella saca el celular para tomarse una foto, pero
Henry le baja y le dice:
“No, sin fotos. Crees que lo estas disfrutando, pero te lo estás perdiendo.”
Eso me hizo pensar que tal vez se esta gestando una
generación así.
Una generación en la que los nombres de tus amigos empiezan
con @
Una generación en que las noticias se leen en 140 caracteres.
Generación que cree que para que sea importante debe estar precedido de un #
En la que la idea de compartir con amigos es igual a ver
todos el mismo vine.
En la que en vez de contarte algo gracioso prefieras que te lo
manden para reírte solo.
O cuantas veces un amigo, mientras te contaba algo que tal
vez lo hizo reír, pensar, llorar o le hizo sentir algo que quiso compartir
contigo, le apagaste con un “ah, sí ya vi”
En que no hablas con tus papás, nunca le ves a tus primos,
pero todos están en un “grupo de la familia”, sin darte cuenta que tal vez en
reuniones familiares, hablando del grupo, los abuelos o algunos tíos se sienten
excluidos, no solo de la generación, sino de sus propias familias.
Una generación que ya no ora por la comida, le quita una
foto.
En el que ya no se llama a felicitar por los cumpleaños, se
hace un collage con esa persona y se le etiqueta.
En la que un buen momento es acortado por el tiempo que
lleva elegir el efecto de foto adecuado.
Generación que cree que hacer algo nuevo es bajarse una nueva
aplicación que haga alguna cosa distinta.
Generación que creen que estuvieron en un concierto en vivo,
pero se pasaron mirándolo a través de la pantalla de su celular mientras lo
grababan.
Gente que no disfruta una función, conferencia o concierto
si no logró sacarse una foto con el artista principal.
Generación que ya no es necesita ir a una tienda para
comprar cualquier cosa, es suficiente seguirla en instagram y hacer el pedido
por whatsapp.
En la que ya no hace falta reunirse a hacer un trabajo, cada
uno manda su parte por mail.
Generación de niños que saben ver videos en youtube, usar
distintas aplicaciones, pero que en un arenero con palitas y baldes se aburren
rápido.
Generación que al llegar a una casa, antes de preguntar por
la familia, preguntan por la contraseña del wi-fi.
Nos roban momentos, nos vuelve egoístas, nos aleja de las
personas.
Teléfono inteligente porque es el que piensa por nosotros,
habla por nosotros. No vivimos sin el y creemos que vivimos a través de él.
Es un refugio cuando no queremos saludar a alguien, o fingir
que estamos hablando con alguien cuando nos tropezamos en la calle.
Nos pone en peligro cuando le atendemos mientras manejamos.
¿Hasta qué punto es cultural y cuándo empieza a ser un
problema de dominio personal?
No pienso juzgar a nadie. No puedo.
Porque toda la lista de arriba es lo que yo hago. Yo soy esa
generación, yo soy de esas personas.
Mi familia tiene que esperar que ponga pausa a lo que estoy
viendo para que le haga caso cuando me habla.
Mis amigos saben que les respondo mas rápido por whatsapp
que en persona.
Dios tiene que esperar a que elija el playlist adecuado
antes de hacer mi devocional.
Y no es culpa de nadie más que mía. Es una decisión que solo
yo puedo tomar. Es volver a recordar que antes de tener celular no pasaba nada
si nadie sabía por dónde estaba.
Voy a sobrevivir sin celular.
Y es mas, creo que voy a volver a vivir.
"Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna." 1 Corintios 6:12
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