Este post esta desfasadisimo. Desde enero que ronda en mi
cabeza pero nunca salió. Al fin y al cabo nunca escribí sobre una película que
esté de moda.
Creo que la mayoría conoce la trilogía de “Los juegos del
hambre”, que fue una de las pocas veces que primero vi la película y así quise
leer el libro. La verdad es que la primera que se hizo dejaba algunos cabos
sueltos en la historia por lo que me recomendaron leer el libro para que pueda
disfrutarla mejor.
La historia se trata de una “celebración” anual que se
practica en Panem, un país que tenía bajo su dominio 12 Distritos, la cual usan
como un recordatorio de que el Capitolio era el que gobernaba y todo lo que tenían
o podían llegar a ser era por su misericordia. Los juegos consisten en que cada
distrito debía enviar un varón y una mujer escogidos por sorteo a una arena de
batalla en la que solo uno sobrevivía. A ese se le daba riqueza y fama y a su
Distrito, regalos.
La primera parte termina con Katniss y Peeta, ambos tributos
del Distrito 12, que al ganar ambos, desafían al Capitolio, renaciendo la
esperanza en todos los distritos de que podían sublevarse al yugo. Empieza una
revolución por lo bajo que el Presidente Snow quiere desaparecer, y arman un
plan maestro para acabar con todos los vencedores; todos los que alguna vez
ganaron los Juegos del Hambre, haciendo una versión especial en que los que
iban a entrar al sorteo eran ellos.
Katniss y Peeta deben volver a la arena, pero esta vez con
un desafío distinto. Una carga mayor. Haymitch, su mentor, le da a Katniss un
último consejo, que ella no debe olvidar por nada:
“Recuerda quién es el enemigo”
A todos nos llega la revelación en algún momento de que
estamos en una guerra. De que alguien o algo está en contra nuestra y esta vida
no se trata solo de pasar el rato. Hay incomodidad, cuesta muchísimo que salgan
las cosas y cuando sentís que por fin algo esta encaminado, vienen y te
destruyen, dejándote peor.
Llega la frustración, los “qué sentido tiene esto??”; “no se
para qué me esfuerzo tanto” y otras muchas frases que nos pasan por la mente y
algunos hasta cumplen horario ahí.
Pero en esos momentos es necesario también que nosotros
recordemos contra quién disparar.
El enemigo no es ese que se te adelanta en la calle sin
señalero y por la derecha. El enemigo es la ira que te hace desear que choque
para que aprenda.
El enemigo no es tu profesor que nunca va a clase y aparece
en el examen con cosas que supuestamente no entraban. El enemigo es la
indolencia que te convence de que podes salir adelante esforzándote al mínimo.
El enemigo no es el que te traiciona o decepciona. Es lo que
te convence de que no podes perdonarle y nunca más vas a volver a confiar o
amar a nadie.
Tus enemigos no son otras personas. No son circunstancias.
“Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual.” Efesios 6:12
Van a pasar mil cosas que te van a hacer
querer rendirte, o atacar al equivocado. Recordá que el verdadero enemigo es
algo detrás, mas profundo y mas malvado. Te quieren acabar.
Te recomiendo estar en el equipo ganador,
con el General que ya ganó pero sigue reclutando gente. El que te da armas y te
dice hacia donde disparar.
“En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total.” Romanos 8:37
Estamos cubiertos.