Una historia por escribir..

Una historia por escribir..
Mi historia la escribe Dios pero los hechos los hago yo

lunes, 30 de diciembre de 2013

Lo único que no podes cambiar



Termina diciembre y empiezan las resoluciones, las metas, los tuits profundos onda “2014 te espero ansioso” o los que le amenazan con “mas vale que te comportes”;  los que piensan que el mundo se termina esa noche y se preparan para tomar y comer como si no hubiera un mañana.

Estan los que estrenan ropa y los que estrenan vidas. El año nuevo nos parece una perfecta oportunidad de prometernos cambiar algo en nosotros. O todo. 

No falta el que va a empezar el gimnasio, dejar de fumar, o casarse este año. El que va a seguir como si nada; los amargados que no quieren ser parte de la celebración y se van a pasar con su teléfono o en la computadora.

Pero hay algo que quiero dejarles. Aparte de agradecerles haberme leído a lo largo de este año.

Hay una película que me sorprendió por lo mucho que me gustó. Fue recomendada por un gran profesor, y les hago llegar la recomendación: “El secreto de sus ojos.” 

Primero los contras: es argentina y no apta para niños por tener escenas fuertes.
Ahora lo favorable: es buenísima!

Se trata de un abogado que es asignado al caso del homicidio de una mujer. Tienen algunas pistas que los dirige hasta un sospechoso, pero este se escapa y no le encuentran en ninguna parte. Dejó su trabajo, su casa, todo. Al ir averiguando mas acerca del tipo descubren que es re fanático de un equipo de futbol. Entonces el ayudante del abogado dice para ir al estadio cuando juegue este equipo porque seguro el hombre iba a estar ahí.

Medio nada que ver su estrategia, pero da una explicación lógica y magistral sobre esto:


“El tipo puede cambiar todo; puede cambiar de cara, de casa, de familia, de novia, de religión. Pero hay una cosa que no puede cambiar. No puede cambiar de PASIÓN”.


A todos en algun momento nos entran ganas de cambiar de ambiente, de entorno social, de estilo, de todo.

No voy a sicologuear (otra palabra inventada) tratando de dar una explicación de porqué pasa eso. Puede ser por algún motivo específico o no, puede que simplemente necesitamos aires nuevos.

El deseo de crecer, ser mejor y madurar… o escapar de algo, de un sentimiento, de un recuerdo.

Hay personas que para agradar a alguien o encajar en algun grupo se amoldan tanto que se deforman. Pierden su diseño original y pasan a ser la copia de alguien mas.

Cuando hagas tus metas o escribas tus sueños para el próximo año, que estos revelen realmente lo que sos vos. Que no sean solo transcripciones de lo que otros esperan que hagas o seas. Porque vas a poder cambiar todo, pero en el fondo sabes lo que hace a tu corazón latir con ritmo único. Lo que te hace sonreír genuinamente. 

Si este año acallaste tu pasión, que tu meta sea recuperarla, hacerla crecer.
 
Si no tenes idea de lo que estoy diciendo porque nunca sentiste algo que te hizo pensar “si, esto me encanta y no quiero hacer otra cosa”, que tu meta sea descubrir qué es eso. 

Si sabes perfectamente de lo que hablo, ya en el pasado te jugaste por eso pero saliste herido, una muy buena meta puede ser no darte por vencido, seguir intentando. Porque como dijimos, hay cosas que no vamos a cambiar solos.

Pero no se desanimen por esto, tenemos una promesa también:


Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo.” 2 Corintios 5:17


Que tu primera pasión sea Jesús; que si alguien quiera encontrarte deba ir a la presencia de Dios porque de ahí no salís. Que llegues a decir como el salmista: 


“¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra” Salmos 73:25

 
Que el 2014 nos traiga buenas películas, libros memorables y aprendizajes que nos hagan un poco mas fácil el camino. Feliz año nuevo!


jueves, 19 de diciembre de 2013

Si Dios no te da lo que pedís



Hoy mi devocional me hizo recordar una película que me hizo reír muchísimo y llorar muchísimo mas: “Click!” Con Adam Sandler. Tengas una buena o mala relación con tu  familia, esta película sí o sí te hizo pensar en el tiempo que les dedicas. Y también desear tener ese control universal.

Bueno, para los que no la conocen, se trata del arquitecto Michael Newman, que tratando de que lo promuevan dedica cada vez mas tiempo a trabajar, relegando su vida familiar. Cuando el control de la tele se descompone y el va a buscar uno nuevo al super, se encuentra con un vendedor medio raro que le ofrece un control universal, que mas que controlar la tele, controla el tiempo real. Puede adelantar lo que quiera en su vida, poner pausa, retroceder “escenas”, hasta cambiar el lenguaje de las personas. El queda en piloto automático en esos momentos y no se acuerda de nada.

En una de esas la esposa de Michael le dice que había escuchado su canción en la radio, la de su primera cita. Él obviamente no tiene idea de a qué canción se refiere, pero en vez de preguntarle (y que ella se enoje), le pone en pausa y busca la escena de su primera cita. Ahí vuelve a verse a si mismo escribiéndole notitas a la chica en la servilleta: “Hora del primer beso?” ella le escribe: “Seguirás amándome en la mañana?”.. y él le responde “para siempre”.


Volví  a recordar esto al leer mi devocional. Hablaba de lo que hacemos si Dios no te da lo que le pedís; o en esos malos momentos que parece que se olvidó de vos. Lo seguís amando, obedeciendo y sirviendo?
Es demasiado fácil dejar de orar cuando no nos sentimos bien, o las cosas no están bien. Parece que no tiene sentido, total Dios no hace nada.

Pero la pregunta que debes hacerte es qué es lo que te hace orar, buscarle y servirle. Hacemos eso como un “pago” a Dios por sus bendiciones? Como si fuera un negocio:“yo voy a la iglesia y Vos me bendecís el estudio y el trabajo”.

Conozco muchísimas personas que viven así. No tienen interés en comprometerse con Dios, y  ni  hablar de obedecerle. Pero “creen” en Él, así que cada tanto se sacrifican mas o menos en ir a la iglesia o haciendo alguna otra cosa, y a cambio Dios tiene que escucharles y ayudarles, porque ya cumplen su parte del trato.

Las bendiciones sin compromiso hacen que te alejes de Dios, y Él te ama demasiado para darte algo que haga que te alejes de Él.

No es que Dios no te quiera bendecir; es que nunca se trató de eso. No es de cuanto te sacrifiques para que Él vea si te mereces o no. Se trata de por qué haces todo lo que haces. Qué buscas cuando haces todo eso? El corazón de Dios.. o Su bolsillo?


“Son pocos los que le apartan la mano a Dios para verle el rostro. Lo buscan por lo que es y no por lo que puede darles”. Paolo Lacota


Si Dios no te da lo que le pedís, vas a seguir amándole?


“Aunque las higueras no florezcan y no haya uvas en las vides, aunque se pierda la cosecha de oliva  y los campos queden vacíos y no den fruto, aunque los rebaños mueran en los campos y los establos estén vacíos, ¡aun así me alegraré en el Señor! ¡Me gozaré en el Dios de mi salvación!” Habacuc 3:17-18.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Ángeles en el camino



Creo que estoy pagando todas las veces que les dije a blogueros que posteen artículos mas seguido, sin imaginarme lo complicado que es encontrar un momento para sentarse, ordenar ideas y redactarlas. Y eso que estoy en casa todo el día.

Ya es tiempo de exámenes y entre estudiar y atender algunas cosas no puedo ver tranquila una película o leer un libro que no sean los de la facultad, pero últimamente en las distintas situaciones que voy pasando me doy cuenta de muchas cosas que bien podrían entrar en la categoría del “Hoy aprendí”.

Hace unas semanas tuve una experiencia, que es el día a día de muchos, pero que si no te pasa no le das importancia.

Tuve que ir a IPS

Si sos paraguayo ya dijiste en tu mente “Ndii!” con un movimiento de cabeza. Es que sabemos que es más sufrimiento el tener que ir que estar enfermo.

Pero lo peor es que tuve que ir de urgencia porque mi abuela se puso muy mal y como no estaba nadie en mi casa me tocó llevarle sola. De última llegó una tía que me ayudó a subirle en el auto, pero ninguna de las dos sabía cómo manejarse en el hospital.

Llegamos y al fiel estilo de la salud pública en Paraguay, no había camilla ni silla de ruedas para trasladarle desde el auto hasta la sala de urgencias, por lo que le rogué al guardia de la entrada que me ayude a llevarle. Después de que le dije amablemente que si no me ayudaba iba a meterme con el auto y todo, accedió alegremente.

Una vez que le acostaron en una cama y le tomaron la presión, estábamos esperando al único doctor que había para atenderles a las 100 personas que estaban diseminadas por todo el salón. Mis familiares no paraban de llamarme para saber las novedades y yo solo podía contestar que estábamos esperando. Me decían que haga un escándalo para que le atiendan ya porque mi abuela estaba mal.

No crean que no pensé en hacer eso.

Pero al mirar a mí alrededor me di cuenta de algo: no era la paciente más grave. Había un señor que creo que estaba sufriendo un infarto a mi lado, por ejemplo. Y realmente hacían lo que podían, ni el espacio ni el personal dan abasto para la cantidad de personas que acuden a ese lugar.

En medio de toda la escena, nos dicen que le iban a internar a mi abuela para hacerle unos estudios. Pasaba el rato y nunca venían a llevarle a la sala, y ahí aprendimos que en la jerga del IPS “internación” significa una camilla en el pasillo. Había sido ella ya estaba “internada”. Yo no sabía si reír o llorar.

A eso de las 4 de la tarde (habíamos llegado a las 9:00 aproximadamente), nos trasladan otro pasillo, donde había otros 7 “internados” con sus familiares. Creo que saben que en IPS por cada paciente hay 2 o más parientes que les cuidan porque los enfermeros solo se encargan de ponerle los remedios y nada más. Si hay que llevarle al baño o traer algo de la farmacia se encargan los familiares. A mi abuela y a mí nos colocaron en el medio de todos ellos.

Al entrar no miré mucho a nadie, estaba mas preocupada en que me había quedado sin batería, mi tía ya se había ido y no tenía como avisarle a mi tío, que estaba viniendo, dónde nos cambiaron. El pasillo este tenía unas puertas de vidrio donde se veía a la gente que pasaba (y a más “internados”) por lo que cada tanto miraba a ver si pasaba por ahí buscándonos.

Entonces un señor viejito que acompañaba a su esposa se me acerca despacito y me dice:

“Si tenes que ir a buscar o hacer algo anda nomas tranquila, nosotros le vamos a atender. Aca nos cuidamos entre todos”.

Se me llenaron los ojos de lágrimas y entrecortadamente solo pude decirle gracias.

Yo había entrado a ese lugar sin ni siquiera saludar por cortesía, había mirado a mi alrededor solo buscando un enchufe para el cargador. Me había fijado en ese señor solo porque me parecía tierno que le este apantallando a su esposa para que no tenga calor.

Y él me había visto, se dio cuenta que estaba preocupada y hasta asustada. No podía ofrecerme una solución pero me dio lo que tenía: un apoyo cuando más sola me sentía.

Y el mensaje de parte de Dios: “No estás sola. Cuando dije que mandaría a mis ángeles que te cuiden no era una linda metáfora. Yo tengo cuidado de cada paso que das.”

Me di cuenta que le había pedido a Dios que sane a mi abuela, que podamos irnos de ahí rápido. Pero Dios tenía algo que enseñarme, que en ninguna otra circunstancia se me iba a quedar más grabado.

No se trata de mi, se trata de Él en mi vida.

“Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. [...] Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas. Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra.” Salmos 91:1,11

Por fin entendí el versículo que dice "den gracias en todo".. es porque en toda circunstancia Su mano trabaja para nuestro bien. Ya sea para bendecir, enseñar o moldear.

Que grande sos Papá..


 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Perdidos en el Super

Aquí va otro aprendizaje de la vida real, es decir, no sacado de literatura ni películas.

Estaba en el super, en la fila para pesar mi bolsa de manzanas, cuando de reojo veo que una nenita de unos 6 años se para en el medio de donde estábamos y grita a todo pulmón:
MAMÁÁÁÁÁÁÁ!!!!
De mas está decir que se hizo un silencio mientras todos le mirábamos a la nena, casi sin saber que hacer pero automáticamente buscándole a la mama también. Vale decir que apareció en seguida, no sin antes gritar también desde el pasillo de al lado: ACAA!!

A todos nos pasó (y a algunos nos sigue pasando) que cuando vamos al super con nuestros padres, ellos perfeccionan el arte de perderse entre los anaqueles mientras nosotros estamos *mironeando por ahí o formando la fila para pedir el queso o pesar las verduras, que se compra por puro antojo suyo.

Normalmente, y creo yo que no soy la única que, al percatarme de que me quede sola y desamparada  voy hasta el final del pasillo y recorro uno a uno en silencio con mis ojos re abiertos, buscándoles  y tratando de recordar donde estacionamos para ir hasta allá por cualquier cosa.

Por eso creo que me sorprendió tanto que esta nenita lo primero que hizo sea quedarse parada y gritar, suelo ver incluso otros niños que recorren llorando los pasillos y ya asumimos nomas que también sus papás se le perdieron.

En distintas áreas de la vida hay veces en que nos sentimos perdidos, sin la mas remota idea de qué hacer o hacia adónde ir, y parece que todas las indicaciones que nos dan otros no ayudan, incluso pueden hacer que nos adentremos mas en el camino equivocado, alejándonos del lugar deseado. O podemos estar tomando todas las decisiones correctas, haciendo lo que se supone que deberíamos, pero nada cambia.

Pero en esos momentos, en vez de perder tiempo, desgastándonos y desesperándonos  intentando solucionar con nuestras fuerzas  e inteligencia, deberíamos quedarnos quietos y pedir ayuda. SU ayuda

Clama a mí y yo te responderé y te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” Jeremías 33:3

Es lo obvio no? Necesitas ayuda, la pedís; pero sabemos que no es así. Pedir ayuda significa reconocer que no podemos solos, que no sabemos todo, que no teníamos todo controlado. Algo que al ser humano (me niego a ser la única) le es demasiado difícil aceptar.

Dios ya te dice: “Hay cosas que no sabes. Yo veo el panorama completo. Vos solo ves lo que tenes en frente, la situación actual, y lo que hay detrás, lo que ya pasó. Pero llamame y te voy a contar.”

La nenita me enseñó una cosa: cuando estás perdido, no pierdas tiempo tratando de encontrar la solución. Quedate quieto.. y gritá por tu vida!!

“Estad quietos y conoced que Yo soy Dios” Salmos 46:10


 *Mironeando: palabra inventada por mi. Significa ir mirando las cosas de pasada, sin fijarse mucho.

martes, 15 de octubre de 2013

El elemento esencial



Estaba revisando los artículos anteriores y la gran mayoría son sobre películas animadas, por lo que algunos pensarán que no veo géneros “serios”, pero la verdad es que quise hacer sobre ese tipo de películas porque siempre se le cataloga como “para niños” y se piensa que es puro entretenimiento pero que no podes sacar nada productivo de ellas. Dejenme decirles que es más factible que sea una película “para gente grande” la que no deje nada productivo.

Pero este post se trata de una de las películas “serias”; para mí, la mejor de Tom Cruise (solo porque no soy muy amante del cine de acción, por si haya algún fan suyo que disienta conmigo). Es "El Ultimo Samurai".

El Capitán Nathan Algren (Tom Cruise) es un hombre atormentado por su pasado. Participó en muchas guerras y esos fantasmas ahora lo persiguen en su mente, sumiéndolo en el alcohol y el insomnio. Viaja hasta Japón para entrenar a su ejército contra los Samuráis, legendarios guerreros de ese país, quienes están liderados por Katsumoto. En la batalla estos toman como rehén al capitán Algren porque Katsumoto desea aprender de su enemigo, por lo que lo llevan a su pueblo en donde tiene bastante libertad para moverse y observar su estilo de vida. Algren queda fascinado por cómo eran los samuráis y sus familias, pero más que sorprenderle las costumbres, lo que lo asombra es la actitud.

“Desde que se despiertan se dedican a perfeccionar lo que sea que hagan. Jamás había visto tanta disciplina”

No es que siempre hacían lo mismo, lo hacían cada vez mejor, siempre buscando la forma de llegar a la excelencia.

Eso me llevó a reflexionar en el subtítulo de este blog “Siempre se aprende algo”.

Sí, está bien, siempre se aprende algo, pero.. y después? ¿Qué hago con eso  que aprendí? ¿Me acuerdo un día y algunos más si algo me lo recuerda? O lo aplico a mi vida algunas cuantas veces, se lo repito a los demás.. y después?

Cuando algo llega a nuestras vidas nos debe ayudar a mejorar de alguna forma, pero también nosotros tenemos la capacidad de mejorar las cosas que llegan. Siempre se usa el ejemplo de que cuando aprendes a andar en bici nunca más te olvidas, pero eso fue un proceso. Primero te animaste a subirte con rueditas, después te las quitaron, después a andar más rápido, luego capaz ya te quisiste dar la vuelta a la manzana cuando tus papás no miraban (no sé si a mi nomas me prohibían eso, pero era como dar la vuelta al mundo más o menos).

Así es con todo. Cuando aprendes algo, no te volves un experto sobre eso. Puede que eso se da con el tiempo, conforme a lo que te dediques. Es como un entrenamiento en cada área y con cada nuevo conocimiento.

Suelo escuchar que el talento puede llevarte hasta un lugar, pero solo la disciplina te mantendrá ahí o te llevará a uno más alto.

DISCIPLINA

Se la necesita para tener éxito en cualquier cosa. Y para llegar a la perfección de lo que sea que quieras hacer. 

“Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz.” Job 22:28

Decidite, esforzate, disciplinate en mejorar  y Dios te garantiza que vas a llegar a brillar. 

Que tu firma personal sea la de hacer todas las cosas con excelencia.