Termina diciembre y empiezan las resoluciones, las metas,
los tuits profundos onda “2014 te espero ansioso” o los que le amenazan con “mas
vale que te comportes”; los que piensan
que el mundo se termina esa noche y se preparan para tomar y comer como si no
hubiera un mañana.
Estan los que estrenan ropa y los que estrenan vidas. El año
nuevo nos parece una perfecta oportunidad de prometernos cambiar algo en
nosotros. O todo.
No falta el que va a empezar el gimnasio, dejar de fumar, o
casarse este año. El que va a seguir como si nada; los amargados que no quieren
ser parte de la celebración y se van a pasar con su teléfono o en la
computadora.
Pero hay algo que quiero dejarles. Aparte de agradecerles
haberme leído a lo largo de este año.
Hay una película que me sorprendió por lo mucho que me gustó.
Fue recomendada por un gran profesor, y les hago llegar la recomendación: “El
secreto de sus ojos.”
Primero los contras: es argentina y no apta para niños por
tener escenas fuertes.
Ahora lo favorable: es buenísima!
Se trata de un abogado que es asignado al caso del homicidio
de una mujer. Tienen algunas pistas que los dirige hasta un sospechoso, pero
este se escapa y no le encuentran en ninguna parte. Dejó su trabajo, su casa,
todo. Al ir averiguando mas acerca del tipo descubren que es re fanático de un
equipo de futbol. Entonces el ayudante del abogado dice para ir al estadio
cuando juegue este equipo porque seguro el hombre iba a estar ahí.
Medio nada que ver su estrategia, pero da una explicación
lógica y magistral sobre esto:
“El tipo puede cambiar todo; puede cambiar de cara, de casa, de familia, de novia, de religión. Pero hay una cosa que no puede cambiar. No puede cambiar de PASIÓN”.
A todos en algun momento nos entran ganas de cambiar de
ambiente, de entorno social, de estilo, de todo.
No voy a sicologuear (otra palabra inventada) tratando de
dar una explicación de porqué pasa eso. Puede ser por algún motivo específico o
no, puede que simplemente necesitamos aires nuevos.
El deseo de crecer, ser mejor y madurar… o escapar de algo,
de un sentimiento, de un recuerdo.
Hay personas que para agradar a alguien o encajar en algun
grupo se amoldan tanto que se deforman. Pierden su diseño original y pasan a
ser la copia de alguien mas.
Cuando hagas tus metas o escribas tus sueños para el próximo
año, que estos revelen realmente lo que sos vos. Que no sean solo
transcripciones de lo que otros esperan que hagas o seas. Porque vas a poder
cambiar todo, pero en el fondo sabes lo que hace a tu corazón latir con ritmo
único. Lo que te hace sonreír genuinamente.
Si este año acallaste tu pasión, que tu meta sea
recuperarla, hacerla crecer.
Si no tenes idea de lo que estoy diciendo porque nunca
sentiste algo que te hizo pensar “si, esto me encanta y no quiero hacer otra
cosa”, que tu meta sea descubrir qué es eso.
Si sabes perfectamente de lo que hablo, ya en el pasado te
jugaste por eso pero saliste herido, una muy buena meta puede ser no darte por
vencido, seguir intentando. Porque como dijimos, hay cosas que no vamos a
cambiar solos.
Pero no se desanimen por esto, tenemos una promesa también:
“Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo.” 2 Corintios 5:17
Que tu primera pasión sea Jesús; que si alguien quiera
encontrarte deba ir a la presencia de Dios porque de ahí no salís. Que llegues
a decir como el salmista:
“¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra” Salmos 73:25
Que el 2014 nos traiga buenas películas, libros memorables y
aprendizajes que nos hagan un poco mas fácil el camino. Feliz año nuevo!