Una historia por escribir..

Una historia por escribir..
Mi historia la escribe Dios pero los hechos los hago yo

viernes, 31 de mayo de 2013

Cuando no se cumplen las reglas



Una de las tantas teorías que tengo en la vida es que uno puede aprender algo en cualquier parte si está atento a sacar alguna enseñanza. De eso surgió este blog, sacar enseñanzas de libros y películas (para no sentirme tan mal por pasar horas y horas leyendo y viendo la tele), pero hay veces en las que de situaciones diarias una aprende algo y quiero compartirles esa experiencia.

Pasó hace unos años, tenía una materia en la facultad (estudio Derecho) que no me emocionaba mucho: “Derecho Deportivo”. Estoy totalmente a favor de los deportes, pero si yo no juego, no me interesa ni ver. Así que imagínense lo feliz que me puse cuando el profesor anuncia que teníamos que ir a un seminario porque iba a dar puntos por asistencia. El tema: “Sociedades Anónimas Deportivas” (hipuu!!). Pero no quedaba de otra, había que ir.

El ánimo con el que fui no mejoró mucho cuando le escucho al disertante y me di cuenta que era español, o sea era como ver una película con el doblaje en español de España. Pero bueno, ya estaba ahí, así que con mi mejor cara (no sé porqué me senté en primera fila y le tenía al profesor en frente mío, asi que había que demostrar interés), me dispuse a escuchar.

Para mi sorpresa la exposición resultó muy interesante, el señor era un conocedor de su tema y hablaba con un lenguaje sencillo y ameno. Iba explicando cómo era el mundo deportivo desde adentro, nada que ver con los partidos y los jugadores, sino hablaba de cómo se manejaban los clubes y las “leyes” por las que se regía. Los hombres en el salón estaban totalmente hipnotizados.

Nos contó que conformar las sociedades anónimas no funcionó porque los equipos grandes que movían mucha plata hacían prácticamente lo que querían. Hablaba de ciertas reglas que se debían seguir y había una en especial que era muy importante, pero alevosamente no se cumplía porque les iba a representar gasto e incomodidad. Y el español dijo:

“Como nadie la cumplía y les molestaba, la sacaron del reglamento”.


Era una regla. Era necesaria. Pero nadie la respetaba.

Las reglas se ponen para ordenar y para hacer mejor las cosas. Eso a veces crea una incomodidad, pero si todos vamos a hacer sólo lo que nos gusta este mundo sería mucho peor de  lo que suele ser. Deberíamos recordar que todo empezó a ir mal cuando alguien rompió una regla (no comer uuuna fruta nomas era, tan difícil era cumplir???).

Una vez escuché que cuando no se usa como se debe algo, hay abuso. Cuando no se usa una silla para sentarse, y me paro sobre ella puedo caerme o romper la silla. No se usa como se debe y se destruye. Para eso están las reglas, para que las cosas se hagan como debe ser y que las cosas que usen para lo que fueron creadas.

O sea están para nuestro bien al final. Y siempre los que nos ponen mas reglas son las personas que nos quieren. Ahí le tienen a Dios de mejor ejemplo. Ni un solo mandamiento que dio esta falto de fundamento lógico basado en el amor. Todo es para proteger nuestra vida y corazón. Y la forma en que nosotros demostramos que le amamos es cuando las cumplimos.

Me pone muy nerviosa cuando estoy jugando algun jueguito de mesa y alguien se le ocurre no seguir las instrucciones, o quiere imponerme otras que inventó. Ya pierde el sentido el juego. El disertante español hablaba con hastío, con enojo incluso se podría decir. Era obvio que le encantaba su tema y su trabajo, pero había perdido el sentido porque unos cuantos habían decidido no cumplir con las reglas. 

Esas personas que se ufanan de romper cuantas normas le pongan, los rebeldes "con causa" o sin ella, no son personas inteligentes. Creen ser muy valientes o audaces, cuando en realidad son irrespetuosos y tontos que se exponen a consecuencias innecesarias. Tarde o temprano la vida te pasa la factura, y así como en cualquier local tenés que pagar por  lo que rompes, en la vida tambien.

“El que no obedece el mandato pagará por ello; el que lo respeta será recompensado.” Proverbios 13:13

¿Se acuerdan de Gizmo en "Los Gremlins"?, si no se respetaban las 3 reglas pasaba de ser adorable a destructivo.


jueves, 30 de mayo de 2013

Hablan de vos



Estoy segura que todos, absolutamente todos vimos “Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra”, la primera película de la saga – casi serie ya – de Piratas del Caribe (se está negociando la 5º parte). Personalmente creo que esa es la más divertida y coherente, las demás ya alargaron nomás.

En una de las primeras apariciones en la película de Jack Sparrow, el pirata interpretado por Jhonny Depp (ya se que sabían, pero quería contar) le salva a Elizabeth (Keira Knightley, sí googlee su apellido), el comodoro le da la mano en agradecimiento para descubrir su tatuaje de pirata y le dice “Jack Sparrow, el peor pirata del que escuché hablar”, me encanta cuando Jack le responde:

“Pero escuchó hablar de mí”.
Eso me puso a pensar bastante. Primero, en que la gente habla de otras personas. Admitamos: el tema de conversación más interesante siempre es sobre otras personas. Y así como a nosotros nos parece interesante hablar de otras personas, a esas otras personas les parece interesante hablar de nosotros. Y sí hablan de vos, si no sabías te cuento, sí o sí hay alguien hablando de vos.

La gran pregunta es: Qué dicen de mí? Cuál es el comentario que sale cuando surge mi nombre en alguna conversación? Obviamente depende de las personas que estén hablando también, hay gente que la crítica destructiva es su único idioma, pero la mayoría de las veces depende más de nosotros, de lo que hagamos y decimos, más que nada en cómo nos conducimos en las distintas situaciones de la vida.

Si una persona es un amor, todo ternura y comprensión con sus amigos, pero al primero que pasa le escupe por la cara, no le consideraríamos una buena persona realmente. Al contrario del que se conduce en una misma línea siempre y no cambia de comportamiento por el ambiente o los amigos.

Me considero una persona “buena” vamos a decir, dentro de los parámetros normales, pero soy extremadamente competitiva y en juegos y campamentos me re transformo. En el último que estuve, no hace mucho, alguien me dijo “sos la persona mas buena que conozco.. menos cuando jugás futbol”.. y es que me pasé gritándole hasta al de la hinchada de mi equipo. No tiene nada de malo emocionarse con algo, pero cuando estamos bajo presión es cuando sale nuestro verdadero yo.

 Hay un ingrediente esencial que tiene mucho que ver en esto:

Integridad

Significa ser recto en la conducta. Tener una sola cara y actitud ante las cosas y actuar conforme a ella. No es íntegro la persona que es de una forma aquí y de otra allá. 

Siempre hay personas mirando, que luego hablan de lo que vieron. Son las personas que cuando escuchan algo sobre vos dicen: “No, el no hace eso” “Ella jamás va a decir algo así” o “Sabía luego que iba a llegar a eso”, “No se puede luego esperar algo bueno de alguien así”. 

Cuando se hable sobre vos, los demás qué van a escuchar?

 “Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que oro y plata, la buena reputación” Proverbios 22:1


No me gustó esta película, pero la imagen transmite muy bien lo que quise decir

miércoles, 22 de mayo de 2013

“Gracias”



Se me vino de repente. Me suelen pedir que les recomiende películas de mi “Lista de películas que Debes Ver” y ahí surgió esta: “El Conde de Montecristo” basado en el libro de Alejandro Dumas (que todavía no leí pero en la primera oportunidad en serio). Es una excelente película en todos los sentidos, tiene un poco de todos los géneros, te hace reír, llorar un poco, es entretenida, suspenso, intriga, completita completita.

Les voy a contar rápido una partecita nada más: al joven Edmond Dantes lo envían, siendo inocente, a la peor prisión existente en ese tiempo , sin avisar a la familia ni nada. Ahí los golpeaban, no les daban suficiente alimento y estaban cada uno en su celda, sin ningún contacto humano. Luego de años otro preso que había sido estaba cavando un túnel, aparece en su celda creyendo que ya era fuera de la prisión (equivoco un poco el rumbo), y se hacen amigos. El reo era un párroco viejito que le enseña a leer, escribir y pelear con espada. Juntos se ponen a cavar otro túnel pero una parte se derrumba sobre el viejito y muere.

Justo cuando logra quitarle del túnel y le sube a la celda, llegan los guardias a ponerle la comida, los presos debían acercar sus platos a un agujero en la puerta para que le pongan una cucharada de algo. Cuando golpean la puerta el viejito obviamente no responde. Cuando los guardias abren la celda y ven que está muerto uno de ellos dice:

“En 13 años nunca olvidó decir gracias”

Me llegó al fondo del alma, como cuando se toca un tema y alguien te codea diciéndote “eso es para vos”. Tienen que ver la película para darse cuenta de la situación en que estaban, las precariedades, maltratos y humillaciones que sufrían. Y el abuelito igual siempre agradeció que le traigan la comida. Los guardias no le respondían o se burlaban. Pero cuando murió recordaron una palabra que en sus labios nunca faltó: “GRACIAS”.

Es normal que digamos “gracias” cuando alguien nos hace un favor o tiene una atención con nosotros. Por lo menos por educación al menos decimos. A veces. 

A veces se nos pasa. Otras tomamos como que no es necesario, no se si porque consideramos una obligación de la otra persona, o su trabajo, pero por la razón que sea no decimos la palabrita mágica que nos enseñan de chicos. 

Pero cuando nos tratan mal a nadie se le ocurriría agradecer. ¿Qué se supone que se debe agradecer? Que agradezcan que no reaccionamos algunas veces. Pero la Biblia, con su lógica opuesta a la naturaleza nuestra, nos dice:

“Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:18

¿Se fijaron? Dice “en todo”. O sea siempre, sin importar la situación, sin importar el lugar, sin importar las circunstancias, las personas o lo que sea que te pase. Da gracias.
Cuando damos gracias algo en nuestro interior cambia. El corazón empieza a llenarse del gozo que se supone debemos estar siempre llenos y mientras mas agradezcamos más gozo vamos a tener, incluso en esas circunstancias que reúnen todos los requisitos para quejarse y amargarse. Ahí cuando todo el mundo compite por ver quien encuentra más motivos para quejarse y gritar, nosotros debemos ser los que marquemos la tendencia de buscar al menos una cosa por la cual agradecer.

Hay muchas veces en que me pasa con Dios. Me despierto, desayuno, salgo de mi casa y todavía ni le saludé ni mucho menos le agradecí que me haya despertado sana, sin que nada me falte y con cosas que me sobran. Vivimos la vida hastiados de todo porque vemos todo como normal y que “no pasa nada interesante” cuando cada segundo es un regalo, es algo por lo cual de verdad deberíamos estar muy agradecidos. Y si nos llega a pasar algo malo o que no queríamos reclamamos y por poco no esperamos que Dios se disculpe. Urge un cambio de actitud. Un cambio de mente y de corazón.

Si te parece exagerado anda a un hospital público un día, fijate en las esquinas de las calles, paseate por una plaza en el centro. A ver si no encontras alguna razón para levantar la mirada al cielo y decirle a Dios “Gracias”. Gracias por todo.


 Bendeciré al Señor en todo tiempo; continuamente estará su alabanza en mi boca.” Salmos 34:1

martes, 14 de mayo de 2013

Un solo tema



En mi familia tenemos la mala costumbre de anticiparnos a lo que va a pasar en una película y sí o sí comentarlo. Suelo decir que no me gusta ir al cine, la verdad es que prefiero no ir a que me echen por estar diciendo todo el tiempo “seguro se muere”, “a este le disparan” y esas cosas. Es que hay cosas que se repiten película tras película que ya sabes de memoria el diálogo al que solo le cambiaron el nombre y el objetivo que intentan lograr. Después es todo lo mismo. Se sabe que en una película de guerra, el soldado que muestra una foto de su novia seguro muere y al que le mostró se queda con la novia. Si de chico era un perdedor y estaba enamorado de la chica más linda, cuando sea grande va a seguir enamorado de la misma chica y ella no va a tener éxito en ninguna relación hasta que se encuentre con él y queden juntos. Sí o sí al momento más feliz de la película le va a seguir algo súper triste y ya al final recién se va a solucionar. Y cosas por el estilo que no es mi intención contar pero se me salen (ahora imagen ver una película con mi familia, cuatro personas con el mismo “talento”).
Son pocos los temas que “venden”, entonces hacen distintas versiones de lo mismo.

Justamente hace unos días estuve viendo “El sorprendente Hombre Araña”, lo mismo que el viejo, cambiando actores, dos o tres papeles, tecnología nueva pero bajo presupuesto para extras (nunca había nadie en la calle). Pero ya en el final salió el mensaje que me llamó la atención: la profesora de literatura o lo que sea estaba diciendo que habían sólo 10 tramas distintas que interpretar en el escenario, pero que se resume a una:


"¿QUIÉN SOY?"


Creo que la vida misma se resume en este tema. Nos pasamos la niñez soñando llegar a ser como nuestros padres u otras personas que vemos, la adolescencia deprimidos porque no nos entendemos, la juventud atareados intentando construirnos y la adultez estresados al tratar de mantenerlo. Definiéndonos según el ambiente en el que estamos: en el colegio “Soy alumna de tal grado”, o en su caso “soy el papá de..” , en sociedad “soy doctor/licenciado/estudiante”, “soy el hijo de..”, se definen por sus situaciones “soy desempleado/golpeado/divorciado” o por la nacionalidad, la edad, la jerarquía, tenemos tantas categorías en donde meternos. Todo para contestar la pregunta “quién soy”.

Incluso en la Biblia vemos que cuando Satanás le tentó a Jesús lo hizo diciéndole “Si eres el Hijo de Dios”, no le dijo que demuestre su poder o su autoridad, le dijo que demuestre su Identidad. Pasa que si no sabemos quiénes somos mucho menos vamos a saber qué hacer y donde ir. Jesús sabía quién era y tenía más que claro que debía hacer “cumplir la voluntad de su Padre”.

Cuántos de nosotros tenemos esa certeza? Cuántos aún están decidiendo que quieren “ser” cuando sean grandes? Ya tenés un título pero no sabes en donde queres trabajar? No sabes si la persona que está a tu lado es la correcta para compartir tu vida? Decidí primero quien queres ser.

Si queres ser doctor, sabes que tenes que estudiar medicina, trabajar en un hospital, por ende no vas a tener mucho tiempo y si te casas con una persona demandante de tu tiempo que no hace nada muy difícilmente funcione. Lo mismo si queres ser misionero en China, vas a estudiar chino, informarte sobre ese país y tu pareja debe ser alguien con el  mismo llamado o va a terminar haciéndote volver o dejándote solo.

Conozco personas además que se pasan preguntando a los demás como son, qué deben hacer y donde deben ir. Buscan su identidad en los demás. Tal vez por eso los sicólogos tienen mucha demanda en estos días.

Pero si una persona quiere saber para qué sirve una cosa, qué puede hacer y donde corresponde, lo mejor es leer las instrucciones o preguntarle al Inventor.

Si todavía no tenés en claro quien sos, o para que estas acá, o necesitas que te lo recuerden, lee tus instrucciones o preguntale a tu Creador. Él conoce su creación y sabe bien de lo que habla. 


“Ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9