Una historia por escribir..

Una historia por escribir..
Mi historia la escribe Dios pero los hechos los hago yo

martes, 26 de marzo de 2013

Futuro asegurado



Si se inventa una máquina para ver el futuro, creen que sería un éxito o no? Pueden imaginarse la cantidad de personas que harían filas y filas, pagarían lo que fuera por saber solo alguna cosita del futuro? Se hicieron muchas películas alrededor de este tema. Pero quiero hablarles de una en especial, que ni siquiera tenía esto como tema principal.

Admito que sólo la vi porque la pasaron en la tele y porque actuaba Sandra Bullock. Se llama “La casa del lago”, y trata sobre una doctora que estaba mudándose de la casa donde vivía, que estaba construída en un lago sobre un muelle o algo así, de verdad hermosa la casa. Antes de mudarse coloca una carta en el buzón para el nuevo inquilino, quien resultó ser Keanu Reeves (que desde Matrix nunca me gustó). Le cuenta cosas de la casa y todo eso, pero él se extraña mucho porque esa casa la había construido su papá y nadie había vivido ahí. Había sido la carta, nadie sabe cómo ni por qué, viajó en el tiempo, desde el 2006, año en que ella dejaba la casa, al 2004, año en que él se muda ahí. Ellos no pueden creer, pero se siguen carteando y, obviamente, se enamoran. Él logra verla dos veces, pero ella no sabía quién era porque todavía no le conocía (acuérdense, para ella todo pasa 2 años después recién).

No les voy a contar toda la película, sólo unas cuantas cosas. Ella le cuenta que lo que más extrañaba de la casa del lago eran los árboles que podía ver desde su ventana, porque ahora ella vivía en un departamento con vista a la calle. En el tiempo de él (es medio complicado de explicar), ese edificio se estaba construyendo recién, entonces él aprovecha que era todo tierra todavía y planta un árbol, que le aparece a ella justo una noche de lluvia en que pierde sus llaves y se estaba mojando mientras buscaba, el árbol le aparece justito al lado, cubriéndola. En otra ella le cuenta que dejó olvidado su libro favorito en la estación del tren justo dos años antes (que era el presente de él), y él va ese mismo día y corre para tratar de darle el libro pero como ya no le alcanza pone bajo una de las tablas de la casa para que ella encuentre alguna vez. Ahí me compró la película.

No sé si alguna vez se pusieron a ver las cosas que están a su alrededor, tanto las cosas hechas por el hombre, que siempre cumplen una función definida y por eso están en donde están: un cartel, un semáforo, un edificio. Pero están las otras cosas, las llamadas “accidentales”, como un árbol, una flor y esas cosas que pareciera que aparecen de repente.
Si te pusieras a pensar: y si esto está acá para mí? Qué tal si alguien hubiese viajado al pasado para plantar ese árbol que justito te da sombra o que cuando eras chico te encantaba escalar? Muy loco verdad? Quién va a desperdiciar su tiempo y el viaje más anhelado por muchos para plantar un árbol?? Yo te digo: alguien que ama.

Sólo alguien que ama mucho se toma esas molestias, que de verdad son molestias, sólo para que la persona amada sonría. Esas cosas pequeñas que no hace falta que haga, pero las hace y convierte este mundo en algo increíble. Personas que compran un chocolate de la nada, solo porque saben que te gusta y que en algún momento te van a poder dar. Que se despiertan y te llaman, todavía con su voz ronca por el sueño, pero sienten que no iba a ser tan buen día si no hablaban contigo. Que te llevan a lugares que por iniciativa propia no iban a entrar nunca en la vida, pero que saben que morís por conocer. 

Y como las películas siempre copian la realidad, alguien sí hizo y hace eso: Jesús vino al mundo, pasó mil incomodidades sólo porque sabía que nosotros lo íbamos a necesitar. Dios creó flores y estrellas porque capaz pensaba que íbamos a ser más felices si teníamos algo que ver cuando miramos al cielo o al piso. Se tomó la molestia de escribirnos cartas en donde nos dice todo lo que necesitamos saber y otra vez nos cuenta cómo nos va a ir: 

"BIEN"

Si supieras que tu futuro está asegurado, que lo que hagas va a prosperar, que tus hijos y tu familia van a estar seguros.. lo creerías? Sólo si te lo dice alguien que ya estuvo ahí.


“Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.” Jeremías 29:11
Confía que al final todo termina bien

viernes, 15 de marzo de 2013

¿Quién entiende a los padres?



Hay veces en que una película no me llama mucho la atención al principio pero cuando finalmente la veo y al terminar mis ojos se llenaron de lágrimas, sé que fue tiempo bien invertido. Me encanta que pase eso.


Con “Lluvia de hamburguesas” me pasó. No es que no haya  querido verla, pero ese tipo de películas, sino es de Disney o Pixar (o ellos juntos), no confío tanto. Aunque la idea me llamó la atención. Les cuento rápido: En un pueblito perdido en el océano Atlántico se dedicaba exclusivamente a la venta de sardinas, vive Flint, un joven que desde chiquito soñaba con inventar algo extraordinario y convertirse en un gran inventor, pero que todo lo que inventaba se convertía en un desastre. Su mamá le apoyaba y animaba siempre, pero muere y queda con su papá que no es que no le apoyaba, sino que no le entendía. Se dedicaba a vender sardinas y era cero tecnología y esas cosas. Siempre que Flint estaba triste por algún fracaso le decía alguna metáfora sobre pesca, que Flint no entendía y le dejaba mas desanimado.


Lo que sí que por azares del destino Flint logra inventar un aparatito que puede convertir el agua en comida, y por algo malo que después resultó bueno termina en la estratosfera y de ahí hace llover hamburguesas sobre el pueblo que solo comía sardinas. Flint inventa además un dispositivo para envía la orden al artefacto de qué comida hacer y todos empiezan a hacerle sus pedidos y a quererle, cuando antes solo se burlaban. Todos menos su papá, que parece ser el único que no acompaña la alegría general ni está feliz por su hijo. Sigue diciéndole esas metáforas raras sobre pesca que en serio nadie entiende. Flint termina enojándose con él por ser el aguafiestas.


Pero al final, después del desastre y la solución hay un momento en que el papá le explica, a través del traductor que Flint inventó para su mono, qué es lo que realmente significan las metáforas:

 “Estoy orgulloso de ti. Estoy sorprendido que alguien tan simple como yo pueda ser padre de alguien tan extraordinario como tú. Tienes talento, eres todo originalidad y tu laboratorio es increíble. Tu mamá siempre supo que serías especial, si estuviera viva nos diría “se los dije”. Hijo, cuando me quite esto y me escuches decir metáforas de pesca quiero que sepas que esas metáforas significan: AMO A MI HIJO”

Ahora trata de recordar tooodas las cosas que tus papás dicen cuando haces algo que merece algo más que palabras. Cuando eramos chicos seguro no entendíamos todo lo que nos decían pero de algo estábamos seguros: nos querían. Esas personas que nos levantaban y semi obligaban a ir al colegio, nos daban desayuno en el auto nomas ya en un intento de ganarle a las implacables manecillas o se mojaban en el baño mientras intentaban sacarnos las manchas de una tarde de juegos, nos querían.  Los que aguantaron el humorcito que nos traíamos en la época adolescente en que nosotros sabíamos todo y ellos nada, nos querían (quién sabe como). Los que se hacen a un lado, y a veces no tanto, al vernos tomar las decisiones importantes de la vida, nos quieren.


Sin importar el tipo de metáfora que utilicen, los ejemplos que nos den, o si no nos dicen absolutamente nada, es su forma de mostrar amor. Son los que más te conocen, los primeros que piensan en vos, los que más se preocupan por vos y los que más anhelan que seas feliz. Si eso no es amor no sé qué cosa rara es. Sólo sé que los papás son personas inentendibles, pero que nos quieren. Lo mínimo sería corresponderles..


Y tal vez algún día se dejen de hacer celulares más finos e inventen un traductor de padres. 


sábado, 9 de marzo de 2013

Caminos entrelazados



La vida es un incesante desfile de situaciones y circunstancias que no somos conscientes de lo entrelazados que van hasta que altera nuestra vida de forma significativa. Podemos pensar que lo que hacemos no tiene un impacto en nadie ni nada más, pero si nos ponemos a pensar qué pasa o no pasa a raíz de nuestros actos en algún momento vamos a encontrar algo por lo cual decir “wow!”.


A qué precisamente me refiero? En la película “El extraño caso de Benjamin Button” se ve un excelente ejemplo de cómo pequeñas variaciones de comportamiento pueden cambiar una vida. En una parte va mostrando a una serie de personas que hicieron algo determinado que en conjunto hizo que le chocaran a una chica (iba a escribir todo como cuenta pero es muy largo, les recomiendo ver la película). Después muestra como si una sola cosa de todas ellas hubiese sido diferente, otra iba a ser la historia.


En cada una de nuestras vidas se cumple eso. Piensen si tan solo sus papás no se hubieran conocido por A o B motivo.. ustedes no estarían leyendo esto. O si entrabas en otro colegio en vez del que te metieron, te ponían en otra sección o turno, o solo te sentabas en otra silla, tal vez no te hubieras hecho amigo de esa persona. Todos los días tomamos decisiones “irrelevantes” que sumadas forman la vida misma. Nada es casualidad.

Pero tampoco quiero ir al extremo de pensar que todo lo que nos pasa es el resultado exclusivo de nuestras decisiones, que es toda culpa o mérito nuestro.

NO.


Hay un Dios maravilloso y protector que arma una telaraña con los caminos de todos para que nada se atraviese en donde no se tiene que atravesar, para que todo vaya de acuerdo al plan que él tiene, que es “bueno, agradable y perfecto”.


Tengo un ejemplo perfecto de eso. Mi libro favorito de la serie de “Las Crónicas de Narnia” es el quinto: “El caballo y su niño”. Cuenta la historia de Shasta, un niño que una noche escucha a su papá decir que en realidad no es su hijo, que lo encontró en una canoa una noche en que no podía dormir, por lo que decide escaparse a Narnia con un caballo parlante (en Narnia los animales hablan). En el camino se desvían porque parece que le persigue un león y se encuentran con una chica llamada Aravis que también huye de su casa con su yegua, coincidentemente también de Narnia. Ellos se enteran de una conspiración para atacar la ciudad de Archeland y tratan de llegar antes que los malos para avisarles. Camino a eso, cuando Shasta se encuentra solo y perdido, tiene un encuentro con Aslan, el león, a quien nunca ha visto. Shasta le cuenta todo lo que tuvo que pasar hasta ahí: le persiguieron leones, pasó por un cementerio, entró en territorio de chacales, mil cosas. Le pregunta a Aslan donde estuvo en esos momentos.

Y Aslan le dice:

“Yo era el león que te obligó a juntarte con Aravis. Yo era el gato que te consoló en medio de las casas de la muerte. Yo era el león que auyentó a los chacales mientras tú dormías. Yo era el león que dio a los caballos renovadas fuerzas sacadas del miedo para los últimos metros que faltaban, a fin que pudieras alcanzar al rey Lune a tiempo. Y yo era el león que tu no recuerdas, que empujó el bote en que yacías, un niño próximo a morir, para que llegase a la playa donde estaba un hombre, insomne a la medianoche, que debía recibirte.”

En cada situación que Shasta creyó que era algo malo en su vida, en realidad era Aslan direccionando su camino para llegar a su destino.


Recordá cada momento en que sentiste miedo, te sentiste solo, pensaste que nadie estaba por vos. En esos momentos Dios estaba trabajando a tu favor. Cuando estas metido en tus cosas, sin nada que te perturbe, Dios estaba cubriéndote. Cada día que amaneces vivo es un regalo que Dios nos da. Pasa que estamos muy acostumbrados a que amanezca.


Si Dios nos contara de todo lo que nos salva cada día, todo lo que hace para que las cosas nos salgan bien, creo yo que no nos molestarían tanto las pequeñas contrariedades que pasamos, sabiendo que tiene un significado. Ya no insistiríamos en hacer las cosas a nuestra manera sabiendo que la manera de Dios es para afectar a otros y no centrado en nosotros.


Aslan estuvo siempre ahí. Dios está siempre ahí. Él no es indiferente a tu vida, Él la quiere conducir.

“Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos.. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano.” (Salmos 139:3,5 )

"¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Pues, ¿Quién ha conocido la mente del Señor?, ¿o quién llegó a ser Su consejero?" (Romanos 11:33-34)

 Tranquilo.. Dios sabe lo que hace.