Todos tuvimos alguna vez ese tipo de profesor que para
explicar algo actual tiene que irse hasta lo que Dios estaba pensando cuando creó
a los mosquitos, y mas en una carrera como Derecho, que todo sí o sí tiene su
antecedente en Roma, Grecia, China y Arabia. Así que el profe iba explicando
puntito por puntito para qué sirve una resolución, una sentencia, lo que el
juez tiene que hacer y todo eso.
No me malentiendan: a mi me cuesta incluso eso todavía, pero
estamos en quinto año y se supone que ya se sabe, entonces cuando alguien viene
a explicar todo de vuelta igual cansa. El profesor se habrá dado cuenta que
todos le mirábamos con cara de “¿cuál es la necesidad de pasar por todo esto
para llegar al punto?”, y dijo:
“Comprender al sistema es nuestra tarea”
(y eso por ejemplo yo anoto)
Podemos aplicar esa frase a todas las áreas de nuestra vida.
Si queremos mejorar algo, si queremos emitir opinión sobre algo, o simplemente
llegar a entender lo que está pasando tenemos que conocer cuál es el sistema en
el que se está operando.
No podemos pasar por la vida metidos en nuestros asuntos,
pretendiendo no afectar a nada ni nadie, porque no se puede. Todos cumplimos un
papel en esta guerra, consciente o inconscientemente.
Creo que todos vimos Matrix o al menos conocemos la trama.
Los humanos son creados para alimentar máquinas mientras ellas les mantienen en
un sueño profundo imaginando que viven una vida normal. Unos cuantos se
despiertan y despiertan a otros para formar una revolución contra todo eso.
Hay un personaje, el traidor, que cuando habla con el malo
dice algo, refiriéndose a que hubiese preferido no despertar de la mátrix: “La ignorancia es felicidad”.
Pero no es así. La ignorancia es comodidad. Es conformismo.
Es decidir no decidir y no jugarse. Es amoldarse al sistema.
“Mi pueblo perece por falta de conocimiento” Oseas 4:6
Preguntá lo que no sabes. Leé, observá, habla y defendé lo
que crees. Hacé valer tu posición y no vivas a la sombra de otro.
Hay alguien que quiere que sigas dormido y perdido en medio de las mil distracciones que se nos presentan ahora. Pero Neo ya nos despertó. ¿Qué vas a hacer?
No hay comentarios:
Publicar un comentario