Una historia por escribir..

Una historia por escribir..
Mi historia la escribe Dios pero los hechos los hago yo

lunes, 18 de febrero de 2013

Realmente preparados



Es de público conocimiento que raras son las veces en que la película le supera al libro. Con “Las Crónicas de Narnia” de C. S. Lewis no fue la excepción. Debo admitir que me hice fanática recién después de haber leído los libros porque la película no me pareció tan increíble.


Para los que no saben, son una serie de 7 libros (J. K. Rowling le copió con “Harry Potter”), que trata sobre una tierra llamada Narnia a la que se puede entrar por diversos “portales” vamos a decir, en cada libro es de una forma diferente, donde existen faunos, centauros, enanos, los animales pueden hablar y esas cosas, que a muchas personas no les gusta pero a mi me encanta.


Narnia es una gran alegoría de la vida, se puede ver las similitudes entre Dios y Aslan, el león que creó Narnia y protege todo aunque no siempre esté a la vista, en el momento preciso aparece para salvar a todos. Cada personaje, cada situación encierra una valiosa enseñanza que podemos aplicar a nuestras vidas, pero hoy quiero contarles de una, que me llegó en el momento preciso y marcó mi vida.


Sucede en “El príncipe Caspian”. Les cuento rápido de que trata: Luego de 200 años que Peter, Susan, Edmond y Lucy vuelven a Inglaterra después de haber sido reyes y reinas de Narnia, los telmarinos (una raza de hombres) conquistan Narnia y hacen todo lo que suelen hacer los conquistadores: matan y encarcelan a los habitantes, imponen sus costumbres y esas cosas logrando que los narnianos vivan escondidos y se crean extintos. El papá de Caspian muere siendo Caspian todavía un niño por lo que su tío Miraz queda en el trono. El maestro de Caspian era un enano disfrazado que le enseña a escondidas toda la historia de Narnia, incluso sobre Aslan. Cuando Miraz tiene un hijo, Caspian logra escapar del palacio, porque ahora que su tío tiene un heredero él es una amenaza y ya no le quieren tanto. Se esconde en el bosque donde se encuentra con los narnianos y arma un ejército. En eso vuelven los 4 hermanos para ayudar a pelear contra los telmarinos y se da una rivalidad interna entre Peter y Caspian, porque Peter no creía que Caspian fuese apto para gobernar Narnia.. y siendo sinceros Caspian mismo no se sentía listo.

Al final hay una parte, espero no arruinarles la película con esto, cuando Aslan aparece y todos se arrodillan frente a él.



Aslan: “Levántense reyes y reinas de Narnia”, (los cuatro hermanos se levantan, pero Caspian se queda arrodillado, ni siquiera se anima a levantar el rostro del suelo.) – También tú Caspian.- vuelve a repetirle Aslan.
Caspian: -“No creo estar listo”. Pero Aslan le dice: “Es por eso que sé que lo estás”.


Cuando escuché eso prometo que se me llenaron los ojos de lágrimas. Fue como si Dios mismo me dijera que no importaba cuantos cursos, seminarios, capacitaciones haga o cuanto me mate estudiando, nunca iba a estar suficientemente preparada para lo que él me llamó a hacer, o a donde me quería llevar. La diferencia entre una persona que se cree preparada y la que no es la DEPENDENCIA

Cuando creemos que ya lo sabemos todo, que podemos enfrentar lo que sea, nos volvemos arrogantes, duros, el famoso “sabelotodo” que no le podés decir nada porque no acepta ni opiniones. Intentá un poco decirle que se está equivocando en algo.


Pero el que sabe que no sabe todo, que es falible, que puede equivocarse y encima está seguro que en algún momento se va a equivocar, es precavido, no hace nada sin preguntar, necesita que estén guiándole. ¿Por qué puede ser ésta una buena cualidad? Porque la función de guía en nuestras vidas la quiere cumplir Dios. Él no da un mapa preciso para saber de antemano todo lo que vamos a pasar, el da un walkie-takie para guiarte paso a paso a través de eso.


A Dios le encanta que dependamos de Él. Que cada mañana nos levantemos buscando Su presencia, escuchar su voz para saber qué es lo que debemos hacer ese día. Que en cada situación primero le demos a Él la oportunidad de sorprendernos con la solución o la fuerza para poder lograr algo. Cuando Caspian reconoció que no se sentía preparado Aslan sabía que iba a depender de él para hacer las cosas. Su corazón estaba justo donde debía estar. En el centro mismo de la voluntad de Dios.

“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” 1ª Corintios 10:12


“Y Él me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad” 2ª Corintios 12:9

1 comentario: